Una estrella mediática reciente (Coki Ramírez), una vedette de la competencia (Dominique pestaña de El Gran Burlesque), la hija del productor (Julieta Bal) y hasta una señora entrada en años (a decir su amiguita Belen Francese), que cada noche pasaba a buscarlo en un Mercedes Benz todas ellas cayeron rendidas ante los encantos de la ex pareja de Graciela Alfano.
Sin embargo, la rotura de los meniscos de su rodilla izquierda pareció corar la buena racha del galán. Una infección complico la recuperación y debió regresar a buenos aires, suspendiendo si actuación en Bravísima y sus correrías amorosas.
Rolo Puentes lo reemplazo durante casi un mes, mientras la rehabilitación prosperaba con rapidez. A fines de febrero, Matu fue recibido con los brazos abiertos por Carmen Barbieri y Santiago Bal: uno de los mas mimados de la obra regresaba a Mar del Plata para cerrar sobre el escenario –como corresponde- un verano accidentado. En un costado, una morocha sonreía feliz. Andrea Estévez (30) recuperaba un estimado compañero de trabajo.
Este elenco de Carmen en poco se pareció. Al laso de El eje del mal el apartheid de Silvina Escudero y las denuncias escandalosas de Rocío Marengo, las internas de Bravisima son mas cercanas a una pelea de niñas malcriadas. Aquí no hubo bandos irreconciliables, y el enfrentamiento entre Estévez y Francese fue mas simpático que intenso.
No obstante, existían las afinidades. Por eso, Matías, Andrea y Emiliano Rella, otra de las figuras de la revista, terminaron formando un grupete que solía juntarse a cenar al finalizar cada función. Alé se había comprometido a compartir la conducción del desfile a beneficio que Andrea organizó en La Feliz (del cual participo gran parte del elenco), a fines de enero, pero el prematuro regreso a BS.AS. por la rodilla malherida, cambio los planes. Pero esa abrupta distancia no enfrió lo que ya era una amistad: la vedette lo llamaba a diario para informarse sobre su salud, y brindarle todo su apoyo. Si todo funcionaba de maravillas a cientos de kilómetros, era de esperar que cuando volvieran a verse las caras, el asunto pasaría a mayores. El nuevo Alé dejo de frecuentar tantas mujeres (¡y ojo!, no por aquella tendencia homosexual de la que habló Francese...),y ese cambio terminó de convencer a Estévez , que no había formado otra pareja desde su anterior ruptura , un año y medio atrás.Es que , según sus amigas,no veíacon buenos ojos las costumbres de picaflor del actor.Así,fue cuestión de días hasta que Alé y Andrea inauguraran un romance.
Mas que adiós..."¡Hasta pronto!" El rumor del affaire creció al calor de la pasión .Pero tratándose de Matías,un tipo curtido en escaparse de los paparazzi , la foto confirmara el vínculo amoroso se hacía desear. Hasta qye ek último día , !justo el último día!, los dos bajaron la guardia.Pasado el mediodía del domingo 27,a escasas horas de la función despedida de Bravisima,Andrea dejo su departamento en la zona de Playa Varese - en los últimos días,Matías durmió allívarías noches...-, al mando de su camioneta Ford EcoSport. A escasas cuadras,subió Rekka.La siguiente detención fue en un local de comidas rápidas, a unos metros del Costa Galana, el hotel donde se hospedo Alé. La estación final fue el Cristo Redentor.A sus pies,los compañeros quisieron despedir una temporada que resultó más que exitosa en boleterías. Y quizá confiados por la escasez de periodistas y fotógrafos eb esta época,Matías y Andrea se mostraron en público sin reparos . Se abrazaron y se mimaron. Sellaron la relación frente al mar. Sabían al otro día estarían separados denuevo,porque él viajaría a Brasil por motivos laborales.Pero se prometieron volverse a verse.Porque en Mar del Plata,lo único que se terminó es Bravísima.Esta historia recién comienza.
Fuente : Revista Paparazzi
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